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Si está leyendo este artículo, es probable que ya posea una o varias kuksa o que vaya a tener una pronto. En este artículo le voy a dar algunos consejos sobre el cuidado diario de su kuksa para evitar cualquier inconveniente, como, por ejemplo, una decoloración causada por algún alimento.

Anne-Laure Compain
Cuando reciba su kuksa, no debe usarla de inmediato, ya que corre el riesgo de dañarla. Durante el transporte desde nuestro taller hasta su domicilio, la madera se ha enfriado; de hecho, cuando coja su kuksa en las manos lo notará. Si se sirve té o café mientras la madera está fría, la debilitará y correrá el riesgo de provocar grietas.
Debe simplemente esperar a que la madera vuelva a temperatura ambiente y, para asegurarse de que esté bien templada, pase su kuksa por agua tibia antes de servirse una bebida caliente.
Es posible que, durante sus primeros usos, note:
No se preocupe, ¡es normal! La sal es un producto natural que forma parte del proceso de fabricación de la kuksa para solidificar la madera.
La única forma de eliminar toda la sal de su taza es usarla. Tras unas semanas, su kuksa habrá perdido ese sabor salado y podrá disfrutar plenamente de sus bebidas.
Prefiera bebidas calientes para ayudar a extraer la sal de su kuksa.
No es complicado mantener su kuksa intacta durante años; sólo hay que conocer los gestos adecuados. Ante todo, aquí están los puntos más importantes:
Existen varios productos naturales que se pueden utilizar para limpiar su kuksa. Necesita un producto no ácido, sin fragancia artificial y sin detergentes. Puede usar un jabón suave de miel, jabón negro o un detergente biológico. Utilice una esponja suave y no abrasiva para no rayar la superficie de la taza, y agua tibia, porque a la madera no le gusta el agua caliente y el agua fría no elimina los gérmenes.
Más información sobre la limpieza de la vajilla de madera aquí.
Una vez lavada, debe secar inmediatamente su kuksa con un paño seco. Nunca deje secar un objeto de madera al aire libre, ya que absorbería toda el agua y la humedad y se deformaría.
Cuando haya lavado su kuksa y esté seca, observará que la madera se ha aclarado ligeramente. Es normal; debe nutrirla con un aceite para que vuelva a brillar.
Pero, ¿qué aceite elegir? Aquí tiene una lista de aceites que le recomendamos:
Algunos alimentos manchan la kuksa, sobre todo los frutos rojos, como las frambuesas y los arándanos. Pero no te preocupes, este artículo explica cómo eliminar esta decoloración.
En el siguiente ejemplo, puedes ver una foto del antes y el después de una kuksa manchada con frutos rojos.
En el vídeo siguiente se muestra paso a paso cómo devolver a su taza su bonito color marrón y eliminar todas las manchas.
¡El método más natural y tradicional para tratar el interior de tu kuksa es utilizar posos de café! Los posos de café permitirán que la taza sea impermeable y evitarán que se agriete cuando se seque. Además, detallo todos los pasos justo a continuación. ⬇️
En nuestro ejemplo siguiente, verá el tratamiento de una kuksa que había sido coloreada con un cóctel de frutas frescas.
Deje reposar el café caliente en su taza durante unos minutos.
Este paso solidifica su taza y fortalece la madera.
Vacíe el café que había en la kuksa y deje secar su taza durante aproximadamente una hora.
El secado dilatará los poros de la madera y ayudará en el siguiente paso.
Una vez que la kuksa esté seca, toma unos posos de café calientes y húmedos y frótalos en las paredes de la taza. Déjalos actuar durante 3 a 5 minutos, hasta que los posos hayan penetrado en los poros de la madera.
Los posos de café, una vez absorbidos por la madera, formarán una película grasa e hidrófuga.
Retire el exceso de posos de café con un paño.
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El aceite es perfecto para tratar el exterior de su taza porque se endurece. De hecho, se solidifica en contacto con el oxígeno. El tiempo de secado del aceite varía en función de la temperatura y la humedad de la habitación, ¡puede tardar unos días o incluso algunas semanas!
La ventaja de aceitar su kuksa es que la hace más resistente. El aceite penetra en los poros de la madera y se solidifica.
Unte el exterior de su taza con un paño o con los dedos y deje que la madera lo absorba durante 1h. Sin embargo, si observa que la madera no está saturada, puede añadir aceite en las zonas que falten. A continuación, limpie el exceso de aceite.
Para el secado, coloque su kuksa en un lugar bien ventilado. Y, para acelerar el curado, colóquela en un lugar más cálido pero con una muy buena circulación de aire.
Las kuksa pueden dañarse o agrietarse rápidamente de varias maneras. Por eso hay que tener mucho cuidado a diario.
El detergente para lavar platos secará tu kuksa. Después de usarla, enjuágala solo con agua limpia o sécala con un paño seco. Y no la metas en el lavavajillas: ¡el calor y la humedad son lo que más odia!
Su kuksa es un producto natural, ¡debe respirar! Si guarda su kuksa húmeda en una mochila o en un armario, por ejemplo, le faltará aire y se enmohecerá. Le aconsejo que la deje al aire libre.
No vierta agua hirviendo, como la que sale directamente de la tetera, por ejemplo, en la kuksa. El agua hirviendo dañará la superficie de la madera. Espere sólo unos segundos antes de verter el agua.
Si dejas el alcohol en remojo en tu kuksa durante toda la noche o incluso solo unas horas, la madera puede deformarse y agrietarse.
Según la tradición, la primera vez que uses tu kuksa debes seguir una pequeña rutina:
Advertencia: el abuso del alcohol es peligroso para la salud
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Y para Navidad, piense en la opción de envoltorio de regalo para alegrar a sus seres queridos.
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